
De todos los niños de Springfield, Nelson es de los que menos puede pasar desapercibido. En sus primeras apariciones eran sólo el abusador de la clase, el niño que repite año hasta ser mayor que los de su salón y se aprovecha de su tamaño para intimidar a sus compañeros. Rival de Bart y sólo su compañero de juegos cuando el esparcimiento implica burlarse de un nerd, Nelson va evolucionando hasta tener un profundo perfil psicológico y unas razones que parecen explicar su forma de ser.
Nelson es un niño que crece pobre y viviendo sólo con su mamá (de cuestionable reputación), cuya ausencia de figura paterna le afecta sobremanera. Llama la atención que un niño tan aparentemente seguro de sí mismo tenga ataques de temor y alucine con su padre, al que siempre recuerda haber visto por ultima vez yendo a comprar cigarros.
Nelson siempre creyó que su padre decía la verdad y que volvería, como de hecho lo hizo en uno de los capítulos mas recientes, y con una excusa como sólo la podrían pensar los guionistas de Los Simpson.
Si todos en Springfield tienen un gag, el de Nelson es, más que su carta de presentación, su estilo de vida: reirse de los demás, señalándolos y diciendo JAJA como reafirmación de su propia rebeldía justificada ante el mundo...
Una forma algo convencional para un niño, pero que le ha valido un lugar inconfundible en Springfield y hasta cierto atractivo al sexo opuesto a pesar de su aspecto desaliñado... después de todo, hasta Lisa se sintió cautivada por su estilo.
Es cierto, todos queremos a Nelson. Siempre y cuando se ría CON y no DE nosotros.
Nelson es un niño que crece pobre y viviendo sólo con su mamá (de cuestionable reputación), cuya ausencia de figura paterna le afecta sobremanera. Llama la atención que un niño tan aparentemente seguro de sí mismo tenga ataques de temor y alucine con su padre, al que siempre recuerda haber visto por ultima vez yendo a comprar cigarros.
Nelson siempre creyó que su padre decía la verdad y que volvería, como de hecho lo hizo en uno de los capítulos mas recientes, y con una excusa como sólo la podrían pensar los guionistas de Los Simpson.
Si todos en Springfield tienen un gag, el de Nelson es, más que su carta de presentación, su estilo de vida: reirse de los demás, señalándolos y diciendo JAJA como reafirmación de su propia rebeldía justificada ante el mundo...
Una forma algo convencional para un niño, pero que le ha valido un lugar inconfundible en Springfield y hasta cierto atractivo al sexo opuesto a pesar de su aspecto desaliñado... después de todo, hasta Lisa se sintió cautivada por su estilo.
Es cierto, todos queremos a Nelson. Siempre y cuando se ría CON y no DE nosotros.
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